lunes, 26 de diciembre de 2011

Sucede que a veces la vida mata y el amor te echa silicona en los cerrojos de tu casa.
O te abre un expediente de regulación y te expulsa del edén hacia tierras extrañas. Sucede que a veces la vida mata y te encuentras solo en este corazón no reciclable se unden petroleros desahuciados y sospechas que provocan miopía en lanzadores de puñales.
Pero sucede también

.

que sin saber cómo ni cuándo, algo te eriza la piel y te rescata del naufragio.

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