sábado, 25 de julio de 2009

No voy a negarte que has marcado estilo que has patentado un modo de andar. Sin despeinarte por el agudísimo filo de la navaja de esta empírica ciudad. Sabías hacer turismo al borde del abismo pero creo que de un tiempo a esta parte te has deslizado al lado marrón.

Tú que eras un maestro en el difícil arte de no mojarte bajo un chaparrón, buscando en la basura un gramo de locura dime que es falso que ya nunca escribes que has empeñado el reloj de Raquel, que tu corazón no hay ya quien lo motive que has perdido siete quilos en un mes.
Cómo te has dejado llevar a un callejón sin salida el mejor dotado de los conductores suicidas. No es asunto tuyo, me dirás, y punto pero reconoce que es duro aceptar que es ser humano que le eche una mano a quien no se quiere dejar ayudar. Y búscate la vida, en dirección prohibida pero no impedirás que levante mi copa a tu mala salud y te invite a brindar. Muerta la amistad sabe igual que el racaso
y a los dos nos gusta el verbo fracasar.
Así que tú ni caso, por no agobiar de paso de hacerte la punta de las papelinas de que no te fíe ni Rafa el del bar, que te den las chapas en ciertas esquinas de que te conozcan en cada hospital.
Cómo te has dejado llevar a un callejón sin salida el
mejor dotado de los conductores suicidas ?

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