martes, 16 de junio de 2009

Ahora que nos besamos tan despacio, ahora que aprendo
bailes de salón. Ahora que una pensión es un palacio, donde
nunca falta espacio para más de un corazón. Ahora que te
desnudo y me desnudas y en la estación de las dudas,
muere un tren de cercanías. Ahora que está
tan lejos el olvido, ahora que me perfumo cada día.
Ahora que, sin saber, hemos sabido querernos,
como es debido, sin querernos todavía. Ahora que tengo
un alma que no tenía, ahora que nada es sagrado ni sobre
mojado llueve todavía. Ahora que los sentidos sienten sin
miedo, ahora que me despido pero me quedo. Ahora que
nada es urgente, que todo es presente. Ahora que no te
pido lo que me das, ahora que no me mido con los demás.
Ahora que, todos los cuentos, parecen el cuento de nunca
empezar. Ahora que nos quedamos en la cama lunes, martes
y fiestas de guardar, ahora que no me acuerdo del pijama,
ni recorto el crucigrama, ni me mato si te vas.
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